Este plato me recuerda muchísimo cuando mi abuelo Perico y Aina se compraron la casita de Camurac, en el Pirineo Francés ahí por el año 2.000.
Cuando empezaron a reformarla, porque necesitó mano de médico, entre compras y compras de materiales de bricolaje, y entre colocación y montaje de una cosa y otra, también aprovechábamos para conocer la zona y sus alrededores.
A mi abuelo y a Aina siempre les ha gustado salir a investigar y conocer nuevas culturas y sobre todo, nuevos sabores.
Recuerdo en uno de los pueblos cercanos a Camurac, en Belcair, donde también tienen casa algunos amigos nuestros mallorquines como Biel Morell o Jeroni Ripoll, con sus respectivos hijos, fuimos a un hostal pequeño donde había un pequeño comedor de madera y ahí comimos por primera vez la Tartiflette. No había comido nunca este plato a base de patata y sobre todo queso, pero me sorprendió mucho por su sencillez y lo bueno que estaba.
La verdad es que nunca supe muy bien cómo encontró ese lugar, seguramente en alguna conversación con Jeroni o con Biel debió salir el tema culinario, bien presente en cualquier conversación con mi abuelo.
En la zona de Camurac, departamento francés del Aude en la región de Languedoc-Roussillon, hay mucha riqueza cultural por estar en el país de los Cátaros.
Esta receta es muy sencilla de preparar y requiere de pocos ingredientes pero hay que tener en cuenta que necesita un queso muy concreto francés, el Reblochon que tampoco hay por todo, pero en su lugar podríamos usar Brie pero el resultado no es el mismo.
Ingredientes para 6 personas:
- 1 kg de patata francesa
- Media cebolla
- Una nuez de mantequilla
- 200 gr de tiras de bacon
- 400 ml de nata liquida (quizá un poco menos bastaría, pero va a gustos)
- Un chorro de vino blanco
- Queso Reblochon
Elaboración:
1. En primer lugar ponemos a hervir las patatas sin pelar con agua. Cuando estén cocidas las reservamos.
2. Luego sofreiremos con mantequilla la media cebolla hasta que esté bien dorada.
3. Echamos un chorrito de vino blanco hasta que reduzca el alcohol y caramelice un poco la cebolla.
4. Ponemos las tiras de bacon hasta que se doren. Reservamos.
5. Pelamos las patatas cocidas y las troceamos en una bandeja de horno. Salpimentamos por encima.
6. Echamos por encima de las patatas el sofrito de cebolla con bacon.
7. Colocamos la nata por encima y partimos el queso por la mitad, luego otra vez por la mitad como si abriéramos una baguette por la mitad.
8. Ponemos las dos medias lunas de queso encima de la nata y ponemos en el horno precalentado a 180ºC unos 20 ó 25 minutos, o cuando veamos que el queso se ha fundido y la nata burbujea.
Se puede prescindir de la cebolla si a alguien no le gusta. Es un plato ideal para niños pero no a todos les gusta la cebolla, al menos a los míos.
¡Bon profit!