Otro de los platos que me recuerdan a mi abuelo Perico, es el arroz con col.
Fue uno de los primeros platos que me enseñó a hacer y que hoy por hoy sigue siendo un arroz fuera de lo normal y que te resultará difícil encontrar.
Mi abuelo, como siempre os comento, era un apasionado de la cocina mallorquina sin extravagancias ni modernidades que se presten.
Era más de un buen plato de cuchara o de un guiso que reconfortara a sus invitados.
Todo el mundo recuerda a mi abuelo como una persona muy amigo de sus amigos y que conquistaba a la gente, no sólo por como era, sino también por como cocinaba.
Largas tardes hablábamos de cocina y de nuestra próxima comida. Raro era el día que nos viéramos que no habláramos de cocina. Muchas veces, en comidas familiares, hablábamos de próximas comidas con nuevos y diferentes platos mientras estábamos comiendo el propio de la comida. Su cabeza no paraba de querer más o celebrar más con sus más allegados y fieles amigos.
Este plato define muy bien mi relación con él. No sabría decir cuántas veces hemos hecho este plato juntos y ni sé cuantas veces lo haré pensando siempre en él, mi gran referente como persona que fue, como un segundo padre, sino también como maestro de mi pasión, la cocina.
Como he comentado antes, este plato es un plato muy raro, según él proviene de Sa Pobla, un pueblo al este de Mallorca. Es un arroz con base de carne de pato, cerdo y sobre todo la col. De hecho podemos usar el arroz bombeta de Sa Pobla pero que cada uno use el que le de más confianza.
Muchas de las personas a quien he hecho este plato me han dicho “arroz con col???” asombrados, ya que la verdad suena poco apetitoso. Pero la realidad es bien diferente, la gente cuando lo prueba se ha queda asombrada de la melosidad que le aporta la col y la textura dulce que hace que sea una arroz excelente.
Otra particularidad es que se le pone pato fresco, no confitado como estamos más acostumbrados a ver. En la zona de levante de Mallorca se usa mucho el pato para cocinar y le aporta un sabor particular.
Como os comentaba antes, es un plato diferente, muy diferente y que dudo que podáis encontrar en los restaurantes. Es una receta muy antigua y muy arraigada en las zonas más humildes y rurales del levante mallorquín.
Sin más os dejo con ella que seguro que os sorprenderá por lo fácil que es de realizar y por el resultado final.
Ingredientes para 6 personas:
- 2 muslos de pato fresco deshuesados
- 200 gr de costilleja de cerdo
- 1 col
- 3 puerros
- Tomate triturado
- 390 gr de arroz bomba (bombeta de Sa Pobla o el que sea)
- Caldo de pollo
Elaboración:
1. En primer lugar podemos hacer el caldo de pollo como creamos conveniente o bien usamos agua con una pastilla de avecrem. Cada uno que lo hago como prefiere. No hace falta decir que con caldo es mucho mejor. Reservamos el caldo.
2. Trocemos el pato a trozos pequeños y se salpimientan.
3. Hacemos lo mismo con la costilleja de cerdo.
4. Sofreímos en una greixonera con aceite de oliva las carnes hasta dorarlas y cuando estén sofritas les añadimos el puerro cortado pequeño.
5. A los cinco minutos se le añade un poco de tomate triturado para que le de algo de color de sabor.
6. Cuando haya sofrito un poco todo y haya cogido color le añadimos la col cortada a tiras finas como si quisiéramos hacer sopas mallorquinas.
7. Dejamos sofreír todo junto un rato hasta que la col esté blanda. Si es temporada y la col es buena tampoco tardará demasiado en ablandarse.
8. Echamos el caldo y lo dejamos hervir hasta que las carnes y la col estén bien cocidas.
9. Echamos el arroz y lo dejamos el tiempo recomendado por la marca. Yo lo dejo un poco menos porque lo hago siempre en greixonera de barro y conserva mucho el calor. Lo suyo es dejarlo reposar unos minutos.
Lo recomendable para este arroz es que quede entre caldoso y meloso. Seco sería otra versión que alguna vez he comido de mi madre, y también es excelente, pero ya sería otra variante del plato. Lo podéis ver en el video del artículo.
¡Bon profit!